martes, 1 de marzo de 2011

Va a estar entretenido

"All Boys le gana a Vélez y después tiene pocas chances ante Boca, Racing pierde con Boca y luego le gana a San Lorenzo, Gimnasia perdió con Olimpo y gana Santa Fe…". El panorama del fútbol argentino podría pertenecerle a cualquier analista, pero no, le pertenece a Martín Palermo, después del empate cero a cero con All Boys. Y tal cual.

Después de tres fechas, el torneo Clausura da sorpresas, porque lo es que Olimpo marche puntero invicto y porque aunque parezca mentira también lo es que allí arriba esté también River, el equipo que empezó el torneo mirando para abajo y hora los ve a todos desde arriba.

Suena tentador decir que cualquiera le gana a cualquiera, pero no cualquiera está arriba.

Olimpo y River demostraron vocación ofensiva a la vez que mucha solvencia defensiva. Pero también fue el espanto por un peligro inminente como el descenso lo que los empujó a buscar los partidos y, en esa búsqueda, se llevaron casi todos los puntos en juego. Ambos suman 7. "No sé para qué sumamos, pero lo importante es sumar para salir de esta situación". Para River, esta situación es el promedio bajo, inédito. Y Olimpo, que convive con el descenso pendiendo de su cabeza, aprendió que sólo ganando se permanece. Ya salió de descenso directo con tendencia a seguir subiendo. No es poco.

Jota Jota López despojó al fútbol de River de (casi) todo su brillo. Lo concientizó de que siendo sólidos de abajo hacia arriba es que van a sumar más de lo que van a restar. Pero por suerte están Erik Lamela y Juan Manuel Lanzini. Ellos transforman en propio todo el fútbol que sus nueve compañeros le arrebatan al equipo de enfrente.

El análisis de Palermo incluyó a su propio equipo cuando dijo que "lo importante es que no nos hicieron cuatro goles como ante Godoy Cruz, cuando nos generaron seis y nos metieron cuatro". Algo es algo, pero el rival de turno era All Boys y la cancha, La Bombonera. Muy de esta época si se tiene en cuenta que al otro día, Independiente y River jugaron por el descenso antes que por el título.

Para recibir al Albo, Falcioni decidió prescindir de Juan Román Riquelme. Su idea era que Boca volviera a ser el equipo de verano, ese que ganaba, hacía goles y no se los hacían a él. Porque el Boca de pretemporada no contó con Román. Bueno, el del sábado fue el Boca de todos estos meses. Sin jerarquía, sin funcionamiento colectivo alguno y tratando de convencer al mundo que aunque no ganó fue más que el rival porque empató más veces al arco.

Ayer, en la primera práctica de una semana que terminará el domingo contra Vélez en Liniers, Riquelme participó del trabajo como si nunca hubiera sido excluido.

El "10" integró un equipo conformado por algunos jugadores que no fueron titulares ante All Boys, entre ellos el volante Walter Erviti, y chicos de inferiores: el ensayo terminó 1-1 y Román puso la asistencia para el gol de Ricardo Noir. Ahora, si vuelve al equipo titular dependerá de en qué Boca esté pensado Falcioni para este domingo.

Por último, la tercera fecha fue un cross a la mandíbula de un Independiente que venía de reencontrarse con su historia copera: 4-0 a Peñarol, como en los viejos tiempos.

El problema para el Rojo es que los nuevos tiempos lo encuentran a diez puntos de la Promoción y con una racha negativa de 12 partidos. "Nos vamos a concentrar en el torneo local. Es preocupante la situación que atravesamos", se sinceró Antonio Mohamed, tras la derrota con River. Por eso hoy viaja a Ecuador para visitar el jueves a la Liga de Quito sin el arquero Hilario Navarro y el defensor Julián Velázquez, ambos lesionados. Tampoco Eduardo Tuzzio, Matías Defederico, Roberto Battión y Nicolás Cabrera.

Palermo cerró su análisis diciendo que "esto va a estar entretenido porque vemos un torneo muy parejo".

Un mensaje alentador. O no, depende a lo que se dedique cada uno.

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